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MOROCCO

1 novembre 2010

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Cuando Cristiano Ronaldo fichó en el verano de 2009 por el Madrid, su duelo con Messi se presumía excitante, en una larga revancha tras el Barça-Manchester United de la final de la Champions de ese año. Pero la realidad ha superado las expectativas y el rendimiento de uno alimenta al del otro en un perpetuo desafío camino de pulverizar todos los récords. Si el recital ya fue abrumador en la pasada campaña -34 goles de Messi en 35 partidos de Liga y 26 de Cristiano en 29-, el arranque del actual torneo apabulla a los competidores.

                                                 

                                                                   

 

                                          

                                                    

                                                              

            

               

             

            

                                  

                                     

 

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En una secuencia que se repite con Emery, el Valencia está ahora de capa caída

Con el empate en El Molinón, el Villarreal mantiene a los grandes a tiro de piedra

A sus 23 años, Messi pesa cada día más en el juego armonioso del Barcelona mientras que, paralelamente, Cristiano, de 25, resume la voracidad del Madrid, insaciable el sábado ante un Hércules que aguantó en la primera parte. El delantero luso ya suma 46 dianas en sus 48 partidos en España, cifra que solo admite comparación con la de Messi: 61 goles en sus últimas 61 participaciones. Ambos han mejorado si cabe por la competencia interna: Higuaín sirve de acicate a Cristiano y Villa afina la puntería de Messi. Hasta que se crucen, en el Barça-Madrid de la 13ª jornada en el Camp Nou, los dos gigantes inician lo que se antoja un despegue definitivo respecto a sus perseguidores.

El Atlético visita el domingo el Bernabéu con sensaciones contradictorias. Después de protagonizar un primer cuarto de hora espléndido ante el Almería, parecido al de la semana anterior en El Madrigal, fue superado poco a poco por el conjunto de Lillo en la segunda parte (1-1). Gracias a su portero, Diego Alves, y a sus dos balas en los extremos: Crusat y Piatti, autor del empate en un disparo desde fuera del área y lesionado ya al final tras una fea entrada por detrás de Tiago. El Atlético sigue pendiente del estado de gracia de Agüero: protagonista del tanto inicial y de la jugada final, en un eslalon cortado al borde del área mediante una falta desaprovechada por Fran Mérida en el lanzamiento. Pero el Atlético echa mucho de menos a Forlán, presente ayer en el campo del Calderón, aunque apenas se le vio.

En un duelo de vértigo, con una constante ida y vuelta, el Athletic vio caer todos los golpes de su lado. En parte por la puntería y potencia de sus disparos -Iraola y Gabilondo- y en parte por la solvencia de Iraizoz, que impidió al Getafe entrar en el partido.

En el minuto 93, el Villarreal atrapó un punto en El Molinón, de penalti, para mantener a tiro de piedra al Barça: a dos puntos, un pequeño milagro teniendo en cuenta el presupuesto y el potencial de ambos clubes. El penalti lo transformó Rossi, su sexto gol en el torneo y en su partido número 100 en la Liga. El delantero italo-estadounidense forma una de las parejas más chisposas del campeonato con el brasileño Nilmar, más apagado ayer que en las últimas citas. El Sporting también marcó de penalti: Diego Castro, por supuesto, artífice del 50% de los tantos del cuadro asturiano.

El Valencia va de capa caída después de un arranque inesperadamente brillante, una secuencia repetida desde que Unai Emery ocupa el banquillo de Mestalla. Después de tantas rotaciones, algunas de ellas casi a voleo, Emery pretende fijar ahora un equipo base que recupere la confianza, lo que pasaría por derrotar mañana martes al Rangers en Mestalla en la Champions. Lo necesita para pasar a los octavos. Y llegar a su duelo ante el Sevilla, el lunes en el Sánchez Pizjuán, con algo de autoestima. Al Sevilla tampoco le sobra después de haber sufrido el sábado el huracán azulgrana.

La jornada fue propicia para los equipos en situaciones más desesperadas. El Zaragoza celebró en Mestalla el sábado un empate que el domingo le supo a poco después de las victorias del Deportivo y el Racing. El cuadro de Lotina marcó ante el Espanyol los mismos goles, tres, que había sumado en los ocho encuentros anteriores. Adrián, tan luminoso en la eliminatoria de España sub 21 frente a Croacia, abrió ayer el camino que cerraron los dos centrales deportivistas, Lopo y Colotto. Respira Lotina del mismo modo que Portugal vivió por fin una plácida tarde en El Sardinero tras una semana de calvario: vapuleado en la Copa por el Córdoba (2-0) y en la Liga por el Madrid (6-1). El Racing barrió a Osasuna (4-1) con mucho acierto de sus valiosos jugadores suecos, Kennedy y Rosenberg, autores de tres de los cuatro goles racinguistas.

La Real Sociedad ganó su primer partido fuera de casa, 1-2 en La Rosaleda, después de que Griezmann volviera a conectar con Joseba Llorente, asistidos una vez más por los maravillosos centros de Xabi Prieto. Martín Lasarte ha encontrado a tres atacantes a los que engancharse para disfrutar. El Málaga, en cambio, navega en puestos de descenso y deja en espejismo aquella goleada en La Romareda que hizo pensar en un horizonte más despejado.

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